Nuestra primera final, una previa en buena compañoa, once jugadores en el césped, un ejercito de gargantas en el campo, nervios, incertidumbre y muchas ganas de volver a tener esa unión que nos caracteriza.
Parecía que el partido se nos ponía de cara con el gol de Artiles y los 90 minutos iban a ser un camino de rosas pero no fue así y parece que si el racinguismo no sufre la victoria no sabe de la misma manera.
Cuando parecía que el equipo se apagaba, rondaba la incertidumbre, la decepción por un mal partido más, el nerviosismo de los asistentes al estadio... La Gradona junto a Tribuna Norte cogieron las riendas del partido animando sin cesar a un equipo que necesitaba más que nunca el apoyo de la afición y una dosis de ánimo. Y con esa dosis de animación llegó lo más esperado por todos... La explosión de felicidad, el tocar el cielo con los dedos, el saltar, gritar, sonreír como si no hubiese mañana...
Cuando más anima la grada y mejor ambiente había en el estadio llegó el tercero, el partidazo y el trabajo de Migue se vio recompensado con un gol.
Ayer fue un claro ejemplo de que la afición es un factor importante en el mundo del fútbol, y es que ayer La Gradona, una vez más, llevó al equipo en volandas hacia la victoria.
Y es que los lunes con una victoria de nuestro glorioso Real Racing Club saben infinitamente mejor. Estamos deseando volver a nuestro templo para vivir victorias como las de ayer. Y como regalo está preciosa foto que hizo ayer mi compi Alexia.
¡AUPA RACING!
¡VOLVEREMOS!
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