viernes, 18 de enero de 2013

Amor por un club.

Su amor por este club centenario empezó cuando tan solo era un chiquillo que cada domingo acompañaba a su padre a los viejos campos del Sardinero para ver al Racing. Los años pasaban y seguía acompañando a su padre, pero llego un momento en el que su padre no pudo volver a los campos del viejo Sardinero, y este chiquillo le prometió a su padre que iría a ver al Racing y después cuando terminase el partido volvería a casa para contarle con todo lujo detalles como jugó el Racing. Si el equipo jugaba fuera se sentaban los dos juntos en la salita junto a la radio para escuchar el partido.


Cuando se hizo mayor, y ya tenía la carrera de Derecho terminada, decidió montar las oficinas en los bajos del Campo de su querido Racing. Los años pasaron y él siguió siendo fiel a su equipo, y cada mañana en la solapa de su americana lleva el escudo del Racing, porque estaba muy orgulloso del Racing. Ese escudo pasó de padre a hijo y de hijo a nieta.


Cuando enfermó no pudo volver a ver a su querido Racing en los nuevos Campos del Sardinero. Recuerdo que contaba que él había vivido los peores y los mejores años del Racing, también decía que no nos acostumbrásemos a jugar semifinales de Copa del Rey, a jugar en la UEFA, porque el Racing nunca fue de esos equipos que lo ganaban todo, pero a pesar de ello tenia una afición que nunca lo abandonó.

Su enfermedad avanza y el ultimo recuerdo que tengo relacionado con el Racing fue que escucho a una persona decir que el Racing estaba en segunda y él no daba crédito a lo que oía y aun recuerdo sus palabras, "¡Pero que le han hecho al Racing! ¡Menudos hijos de p...!" y no le faltaba razón. Se marchó siendo un gran racinguista.


Te la dedico a ti, por lo que significas para mi y porque ayer fue un día especil para ti. Desde alli arriba cuidanos mucho. JVSF90

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