Ocho meses sin su presencia, sin su sinceridad, sin su transparencia en todas las facetas de la vida, sin su mítica carcajada. Nos dejó huérfanos de sus míticas frases, esas que te hacían reflexionar sobre la vida o simplemente se quedaron en nuestro recuerdo por la manera que lo decía, sin sus carreras por la zona técnica dando instrucciones a sus jugadores, nos dejo en shock cuando nos enteramos de la fatal noticia.
Siempre admiré y valoré la fortaleza que tenía después de los golpes que le había dado la vida, esa vida que le arrebató de su lado a personas muy queridas por él, pero aun así decidió seguir hacía delante sin venirse abajo por lo sucedido, la naturalidad con la que contaba lo duro que le había tratado la vida.
Cumplió el sueño de ser entrenador y de entrenar al equipo de su tierra, el Racing, aunque pronto se tuvo que marchar del equipo de sus amores, para conseguir todo entrenando al Sporting, del que se marchó medio llorando después de tantos años. Tenía un gran proyecto junto al Villarreal, esto segura de que hubiese conseguido ser un equipo de Primera, pero se nos marchó en silencio, sabiendo que había y hay mucha gente que le quiere, y que le admira. A pesar de haber pasado ocho meses sin él, no puedo creer que ya no este entre nosotros.
"No merece la pena acordarse de lo malo, salvo para recordar lo positivo, lo que hay es levantar la cabeza"
"La vida me ha golpeado fuerte. Podía haber acabado pegándome un tiro, o mirar al cielo y crecer. Elegí la segunda opción"
Siempre con nosotros porque ni tu te lo merecías, ni nos lo merecimos tu perdida.
Manolo Preciado, in memoriam
No hay comentarios:
Publicar un comentario